escondido entre las sábanas
se refleja en los cristales empañados
hasta consumirse con las velas
y la cera caliente de una lágrima
corre entre los rincones que una vez
dejé encendidos
sin querer
en el fondo fondo de una cabeza rota
abandonada
flota entre los restos de un naufragio
que una noche se escapó de entre mis manos
y espera a la deriva en una playa
no importa porque sigo
viva
sobre las ruinas de un palacio
y rodeada de piedra afilada
respiro la humareda que quedó bailando
en el aire enrarecido de una canción
que ya nunca canta
ya no me importa porque
sabe a tabaco
pero sólo entre líneas
nunca entre palabras