"El cielo, el papel, mi mente.
Todo es blanco"
En frente de aquel trozo de maldición se arremolinaban sus pensamientos, dando vueltas y girando como el humo que envolvía sus dedos hacía apenas unas horas, mientras contemplaba los rascacielos desde su ventana.
"Quizás es eso"
Sí, quizás era eso.
Quizás era la imponencia de los grandes edificios, el ruido de la gran ciudad, la frívola modernidad la que la paralizaba. Sus pensamientos corrían, hilos curvilíneos de ideas que se retorcían y se anudaban entre sí, una corriente continua de actividad que no podía exteriorizar.
2 comentarios:
Me gusta.
Y me gusta el aspecto que tiene esto ahora.
Gracias ^_^
Publicar un comentario