menos mal que lo escribí todo
palabra por palabra
y ahora puedo volver a aquel lugar
en aquel momento
siempre que quiera
como si
efectivamente
nos hubiéramos
muerto
y estuviéramos suspendidos eternamente en el tiempo
27 de octubre de 2014
6 de septiembre de 2014
Remains silent
y todo lo que queda
queda en silencio
como si tuviéramos miedo
de que el ruido y las voces
llenasen el vacío
18 de marzo de 2014
ontología
soy tan efímera como un cristal de nieve derritiéndose en el océano
condenada a la consunción desde los tiempos pretéritos del mundo
tan frágil como las hojas secas del invierno febril
tan finita como la colilla del cigarro que se extingue abandonado
tan tenue como la luz en la húmeda oscuridad
yaceré olvidada en el rincón lúgubre de la memoria
esperando pacientemente que mis huesos se conviertan en polvo
como una explosión fui
como la gran eclosión de los colores
como el juego de luces fugaz de una estrella parpadeante
fui el calor
la belleza del momento caduco
el valor incalculable de lo que no permanece jamás
mas ya no soy más
y quizás no me queda nada por ser
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Creación propia,
Poesía
26 de febrero de 2014
Lejos, muy lejos IV
Y esa noche soñó con las piezas del Rompecabezas que se recomponen en espacios cuatridimensionales y esas piezas era yo ahora y siempre y esas piezas era yo cuando nunca fui pero tal vez seré porque la solución al cósmico Rompecabezas está sólo en sus sueños y jamás conseguirá recordarlo al despertar.
El Emperador abre los párpados ante la luz rojiza del amanecer, en su cabeza sabe que alcanzó el gran secreto, que entendió al fin el concepto incognoscible. El Emperador intuye que sabe la que SOY en todas mis esferas, pero jamás sabrá si fue sueño o realidad, si fue una ficción literaria o un lejano recuerdo.
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Creación propia,
Prosa
25 de febrero de 2014
Otras cosas
la piel que yo adoro es una tierra virgen
un terreno húmedo sin trabajo
de piedra y matojo fácil
tierra revuelta
de terruños carbonáceos
la piel que yo adoro tiene el calor de la pasión coronaria
del latido profundo y contundente de los truenos y tambores durante la batalla
de telúrico poder incansable
la piel que yo adoro tiene el sabor amargo de la hierba
el regusto extraño del otoño desflorado
es la senda pedregosa en la ladera despeñada
tras la que se oculta el sol
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Creación propia,
Literatura,
Poesía
Lejos, muy lejos III
El Emperador se deshace poco a poco de sus atavíos: los vestidos ancestrales de sedosas telas, los tocados, los adornos y brillantes que forman parte de su ornato caen uno a uno sobre el suelo de rítmica madera.
El Emperador está desnudo, el Emperador ya no es más que un hombre.
Tan sólo un cuerpo, vulnerable como el resto.
Se apaga la luz en el dormitorio, se corren las cortinas en las ventanas, esta noche dormirá arrullado por los suspiros del viento nocturno y quejumbroso.
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Creación propia,
Prosa
18 de febrero de 2014
Lejos, muy lejos II
El Emperador saboreaba sus labios mojados de té amargo, puesto que su costumbre imponía no echarle ni un mísero granito de azúcar. Sus ojos repasaban una melodía que todavía no encajaba, atravesando cortinas de humo en su inexorable camino hasta el pentagrama.
Me preguntaba si durante aquellos instantes se acordaba de mí, si era consciente de que yo seguía allí, presente, única testigo del extático momento del Génesis, de la genuina creación. Parecía olvidarlo todo a su alrededor, concentrarse en la música, fruncir las cejas, entrecerrar los ojos rasgados de Emperador chino, relamer con la lengua los labios mojados, el té olvidado, rojo pálido, posado sobre su piel.
Me preguntaba si durante aquellos instantes se acordaba de mí, si era consciente de que yo seguía allí, presente, única testigo del extático momento del Génesis, de la genuina creación. Parecía olvidarlo todo a su alrededor, concentrarse en la música, fruncir las cejas, entrecerrar los ojos rasgados de Emperador chino, relamer con la lengua los labios mojados, el té olvidado, rojo pálido, posado sobre su piel.
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Creación propia,
Prosa
4 de febrero de 2014
Lejos, muy lejos I
El Emperador guarda su juego de té en un rincón apartado. Se pregunta con los ojos, ¿dónde se habrá escondido? Sabe que me encontrará en las tinieblas de sus sueños, pero cuando quiera agarrarme con los dedos me desvaneceré como el humo, como la niebla de la mañana.
¿Le preocupa eso al Emperador?
Todavía no lo sabe. Por ahora, le basta cerrar los pesados párpados para bucear hasta el fondo de su alma, donde me guardó desarmada para recolocar mis piezas cada madrugada.
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