Y lo admito.
Yo apreté ese gran botón rojo que decía "no apretar". Quizás no leí, quizás no procesé, quizás no quise comprender.
Yo no sólo dejé que todo volase por los aires, sino que detoné con mis propias manos la explosión.
Yo amé el caos, besé sus labios, y dejé que arrasara el mundo conocido.
Yo adoré la destrucción, y levanté un altar en su honor entre los escombros.
Yo me equivoqué, joder. Y mira el resultado.
3 comentarios:
o.o Uhm, me gusta. Y me gusta la frecuencia progresivamente más elevada con la que vas publicando cosas.
Sí, le estoy re-cogiendo el gusto :3
¡Gracias!
Joder chica, eres valiente
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