18 de marzo de 2014

ontología


soy tan efímera como un cristal de nieve derritiéndose en el océano
condenada a la consunción desde los tiempos pretéritos del mundo
tan frágil como las hojas secas del invierno febril
tan finita como la colilla del cigarro que se extingue abandonado
tan tenue como la luz en la húmeda oscuridad

yaceré olvidada en el rincón lúgubre de la memoria
esperando pacientemente que mis huesos se conviertan en polvo

como una explosión fui
como la gran eclosión de los colores
como el juego de luces fugaz de una estrella parpadeante
fui el calor
la belleza del momento caduco
el valor incalculable de lo que no permanece jamás

mas ya no soy más
y quizás no me queda nada por ser

1 comentario:

Durch dijo...

Me gusta mucho este. A lo mejor es porque lleva un tiempo de portada y he terminado por cogerle cariño, a lo mejor es por lo mucho que mola.
Espero que tu próxima etapa poética sea eminentemente cristófila. Escríbete unos salmos ahí guapos.