15 de diciembre de 2009

Desde el espacio II

Vacío.
Frío y oscuro vacío.
"Hola" (y un eco repetía "holaholaholahola...", hasta deshacerse en su mente)
¿Alguien me oye? (y otra vez el eco "oyeoyeoyeoye...")
No.
Nadie le oía.
Hacía ya mucho tiempo que Ground Control no le enviaba señales, mucho tiempo que era incapaz de hacer que toda aquella aparatosa maquinaria de su nave se comunicase con cualquier forma de vida, incluso con aquella que nunca sería capaz de entender.
Estaba cansado de los puntos de luz.
Puntos de luz si cerraba los ojos, blancos, amarillos, rojos, azules, luz.
Puntos de luz en la estrechez de su cubículo.
Puntos de luz en su memoria.

Soñaba, a pesar de todo, con volver.
Con reencontrarse con su familia, soñaba sobre todo con pisar la tierra, respirar el aire limpio, y sentir la lluvia mojar su cuero cabelludo, provocando esa sensación de pesadez que se terminaría resbalando por sus mejillas, impregnando su piel con ese olor de fresca humedad.

Su mente devolvió el eco de estos pensamientos, como si de palabras se tratase, y se conformó con observar un poco más el Universo, mucho más cerca de lo que jamás estaría de él, y mucho más lejos de sí mismo de lo que jamás podría cambiar.

Perdido.
"Y quizás para siempre"
En el espacio sideral.

13 de diciembre de 2009

Haiku

El haiku es una forma de poesía tradicional japonesa que deriva del haikai. Esta forma, el haikai se asoció con otra, llamada renga, y nació una nueva forma de poesía conocida como haikai-no-renga, que era una sucesión de haikai que generalmente trataba temas cómicos. El primer poema del haikai-no-renga se conocía como hokku, que con el paso del tiempo y el uso de diferentes autores, se independizó del haikai y tomó un caracter más espiritual, lo que hoy conocemos como haiku. De esta manera, en el haiku son recurrentes temas que se refieren al paisaje, a las estaciones, a la naturaleza, etc; y se caracteriza por la sencillez de su estilo.
El haiku consta de tres versos sin rima que se componen de 5, 7 y 5 sílabas (tradicionalmente moras) respectivamente.

Original:
古池や
蛙飛びこむ
水の音

Lectura:

Furuike ya
kawazu tobikomu
mizu no oto


Mi traducción:
En el viejo estanque
una rana brinca,
música de agua.

Famoso haiku de Matsuo Bashô (1644-1694), uno de los más célebres escritores de esta forma de poesía tradicional japonesa.

Original:
海音は
塀の北也
夜の雪

Lectura:

Umi oto wa
hei no kita nari 
yoru no yuki


Mi traducción:
El sonido del océano
es el muro del Norte
en la nevada noche.

De Kobayashi Issa (1763-1828).

Pero no sólo autores asiáticos han cultivado la escritura del haiku, en castellano encontramos al uruguayo Mario Benedetti (fallecido este mismo año, por cierto) quién escribió Rincón de Haikus (1999), del cual rescato tres:

"Las hojas secas
son como el testamento
de los castaños"

"La mariposa
recordará por siempre
que fue gusano"

"Pasan las nubes
y el cielo queda limpio
de toda culpa"

Octavio Paz y Jorge Luis Borges escribieron este género en castellano también, Ricardo Martínez-Conde en gallego, y en inglés, Richard Wright y Raymond Roseliep, entre otros.

Por mi parte, recientemente comencé a escribir haiku, así que aquí os dejo cuatro (tres de ellos encadenados) de hace apenas unos días:

"Cuando la flor
depierte en primavera
nos sonreirá"

"Ese susurro
del viento cuando pasa
será tu sueño

y las lágrimas
de nuestro dulce sauce
volarán lejos

alcanzando el mar
triste y envejecido
de nuestras vidas"

¿Alguien se atreve a escribir más? ^_^

12 de diciembre de 2009

Desde el Infierno II

"El cielo, el papel, mi mente.
Todo es blanco"

En frente de aquel trozo de maldición se arremolinaban sus pensamientos, dando vueltas y girando como el humo que envolvía sus dedos hacía apenas unas horas, mientras contemplaba los rascacielos desde su ventana.
"Quizás es eso"
Sí, quizás era eso.
Quizás era la imponencia de los grandes edificios, el ruido de la gran ciudad, la frívola modernidad la que la paralizaba. Sus pensamientos corrían, hilos curvilíneos de ideas que se retorcían y se anudaban entre sí, una corriente continua de actividad que no podía exteriorizar.

Ch-ch-ch-ch-changes!

Después de haber cambiado por completo la apariencia del blog y de haber añadido un par de cosillas (en la columna de la derecha, las etiquetas,...) espero tener ánimos y cosas que contar para actualizar más a menudo.
Mientras, os dejo con una canción de Bowie, la del título, para que os haga compañía (:

22 de marzo de 2009

Felicidad efímera.

Etérea luz que oscila
entre la vida y la muerte
mi cruel dolor mira
lejana e inconsciente.

Fuera, mucho más allá,
más allá del cielo y de la tierra,
en mi alma todavía suenan
las últimas notas de tu voz.

Mi corazón se deshoja,
libre de escoger su destino,
desconsolado su camino forja,
por las sendas del olvido.

Mis sueños mas osados,
vi ya casi cumplidos,
mas el engaño y la mentira
dejaron mis deseos destrozados;
pues la verdad no residía,
ni en palabras, ni en miradas,
solo aquello sobrevivía
bajo la llama que ahora mi corazón apaga.


-Y esta es la última mano que voy a echar al baúl de los recuerdos por hoy.

Azul con sabor a sal.

Grises y azules
cubren mis ojos,
aquellos de los que huyes
y en los que haces destrozos;
apoya tu cabeza en mi hombro,
acuesta tu pena en mi regazo,
busca en tu interior, en el fondo,
consuélate en mi abrazo.
No te preocupes
si
las lágrimas caen por mis mejillas.
Descuida
cuando
tus palabras rompan mi corazón,
no pienses ya en mi,
pues yo
cuidaré de los dos.


-Nuevamente, algo que escribí hace un tiempo. No me convence demasiado.

20122008

Suave, ligera e insalvable. Así era la esencia que caía lentamente, levemente, cortando el aire en su dulce balancear, libre de ser sujeta por nada ni nadie.
Aquella pluma no vivió para contarlo.
Desde el fatídico momento en que se había desprendido del ala izquierda de aquella paloma que aún veía a lo lejos, su destino había sido elegido.
Cuando su pequeño cuerpo tocó la superficie empedrada, no sonó ningún "crack" que indicase alguna mortal fractura en el nervio central, no, fue mucho peor.
Dejó de sentirse flotando en el aire.
Se le cortó la respiración.
Su alma se partió en mil pedazos y supo que no podría volver.
No volvería a volar.
No volvería a ser lo que era.
De hecho, no era nada.
En ese insignificante momento de reflexión, un niño que correteaba por allí desvió su trayectoria, y sin siquiera darse cuenta, la pisó.
Tampoco se oyó ningún "crack" esta vez, pero la pluma se echó a llorar.
Se sentía como.. "como una mariposa sin alas cayendo".
Pero la verdad es que ella ya había terminado de caer.
Y había sido pisoteada.

[..羽無き蝶 落ちるImageを..]


-Mejor que no subir nada nuevo, subo algo de hace un tiempo. A pesar de que hayan pasado los meses, puedo leerlo, y creo que siento lo que sentí al escribirlo. Quizás no sea ninguna maravilla, pero a mi eso me consuela. Bastante.

14 de marzo de 2009

Quizás debería actualizar.

O quizás no.
¿Qué sentido tiene escribir cosas cuándo soy incapaz de sentirlas, incapaz de sacarlas de algún lugar más allá de mis manos?
¿He vuelto a romperme?
Hace días que soy incapaz de escribir algo.
Ya sé que tampoco eran maravillas lo que publicaba aquí, pero igualmente me servían para desahogarme, y parece que ahora se está quedando todo dentro.
Eso tampoco es bueno.
En fin, me despido por el momento, prometo obligarme a mi misma a escribir algo, aunque sea para que esto deje de criar polvo..

1 de febrero de 2009

Desde el País de las Maravillas.


"-Sólo quiero saber qué camino debo tomar.

-Pues depende de dónde quieras ir tú.
-Eso no importa.
-Entonces.. ¡realmente no importa el camino que escojas!"

31072008

Una ráfaga de frío viento sopló descolocando mi pelo, ya enmarañado de por sí, y decidí que aquel era el momento exacto para volver a abrir los ojos. Estaba mirando al suelo, era como un acto reflejo, tan sencillo que no podía evitarlo, y descubrí con cierta sorpresa que seguía caminando.
Sí, mis pies se movían acompasadamente, no podría negar que mis piernas dolían, pues no sería sincera, pero sabía que tenía que seguir adelante.
Levanté un poco más la cabeza, y descubrí que el sendero todavía llegaba lejos: era oscuro, y también es cierto que me inspiraba algo de miedo, encima de mi, amenazadoras nubes grises cubrían el espacio que los árboles que limitaban el bosque dejaban al descubierto. Era un camino nada deseable, y sin embargo.. algo en aquella ráfaga de viento, como el polvo de unos restos parecidos a felicidad, devolvía un sentimiento de esperanza que se colaba por cada poro de mi piel, hasta llegar a lo mas hondo de mi pecho y de mi mente: continuar, eso era lo que resonaba en mi cabeza.
Desperté un poco más del que había sido mi sueño profundo, hasta lograr estar mas consciente en aquella realidad, y entonces me di cuenta de que mi mano no estaba sola cuando cortaba el aire en su monótono movimiento pendular. Otra mano, otros cinco dedos se aferraban fuertemente a los míos, reconfortando el vacío que había sentido dentro, confiriéndome cierta seguridad en cada paso. Levanté la cabeza en aquella dirección, y al ver tus ojos supe que no me equivocaría.
Tu cuerpo caminaba junto al mio, y el cansancio nos acompañaba, podía sentirlo en cada milímetro de tu piel, podía olerlo en el aire, y lo que mas me preocupaba, podía verlo en cada uno de tus forzados movimientos.
Sabía que tu también habías sufrido, y a pesar de ello, cuando te miré a los ojos por primera vez desde que despertara de aquel extraño letargo, esbozaste algo parecido a una sonrisa, y en tus ojos pude ver toda la ternura y felicidd que el resto de tu cuerpo se sentía incapaz de expresar. Seguíamos vivos, al fin y al cabo.
Caminaríamos juntos hasta el lugar en que las nubes dejaban de ser grises, y los rayos de luz se filtraban generosamente a traves de las ramas.
"Tranquila, no estamos solos"


-Es algo que escribí hace tiempo, quizá el título os de una pista, pero me apetecía subirlo.

23 de enero de 2009

Desde el Infierno.

Ella sabía lo que era la gloria. Ella sabía lo que era el éxito. Ella sabía lo que era ser amada.
Si, sabía.
En pasado.
Ahora sencillamente se sentaba allí.
Y veía la vida pasar.
A veces, en vez de observar a los transeúntes, prefería observar sus manos: sus envejecidas y arrugadas manos. Cuándo las observaba, recordaba vagamente aquel sentimiento que la llenaba cuando cogía un micrófono y cantaba delante de una multitud de caballeros, que la observaban vestida de raso, cantando acompañada de un piano negro de cola. Pero se había acabado hacía mucho tiempo, y el rostro emocionado de su público se volvía un borrón, cada vez menos claro, cada vez mas confuso.
El amargo sabor de la pérdida de la fama era el único recuerdo que podía sentir con fuerza, y quizá por ello sencillamente decidió consumirse en su propio infierno.
Cuando ella había sido algo se aferró al carpe diem, y acostumbrada a aquella droga, su penitencia parecía interminable, pero ella sabía, en algún lugar bloqueado de su mente , mejor que nadie, que aquello no era más de lo que en realidad merecía.




"Knock, knock, knocking on Heaven's door"
[..]

16 de enero de 2009

Deutschunterricht.

"Lehrerin: Ach so, was für eine Krankheit hast du?
Ich: Mein Hals tut weh, und ich habe Kopfschmerz.
Lehrerin: Ahh! Es ist gut!
Ich: Nein! Es ist nicht gut!"

Meine neue Lehrerin gefällt mir nicht ¬¬

Desde el espacio.

No oía nada. Quizá tampoco sentía nada.
Veía toda aquella masa oscura extenderse alrededor de su nave, todos aquellos puntos de luz, y los minúsculos trozos de materia que volaban sin ningún tipo de cuidado por cualquier lugar.
Se preguntaba todos los días si se estaba volviendo loco.
Lo malo, es que ya no diferenciaba los días. Ni las horas. Ni los segundos.
En el espacio exterior, realmente no importa demasiado el tiempo.
El tiempo es algo completamente humano. Y él ya no era humano. Bueno, quizás si, pero estaba completamente separado de la humanidad. Así que no era humano.
[..]
La oscuridad empezaba a no resultar extraña. Entre sombras se acostumbró a vivir, a flotar, a no pensar en la realidad que había dejado atrás.
Ahora, el antiguo "él" estaba muerto. Había fallecido durante el despegue de la nave. Ahora su "yo" era lo que contaba, y su "yo" no tenía nada en lo que contar.
Eso sí, tampoco tenía nada que perder.

7 de enero de 2009

Desde Ground Control.

Tenía la ventana cerrada y desnuda delante de mi, podía ver perfectamente las gotas de lluvia que caían lentamente sobre el cristal, trazando su camino suavemente, cómo lágrimas en un rostro cualquiera, pero más frías.
A pesar de que estuviese justo delante de mí, tenía la mirada perdida en algún lugar que aún ahora no distingo. Aún ahora no sé qué pasaba por mi mente.
[..]
Llevaba horas parada, sentada en la cama observando el tiempo cambiante, el exterior, la realidad, tan sólo me volví para tirar de una manta hasta colocarmela sobre los hombros.
Hace frío.
Y sigo sin poder dormir.

No es un buen comienzo.

Este no es un buen comienzo. Nunca hay buenos comienzos a las dos de la mañana, pero este es especialmente malo. Intentaba crear algo que fuese lo suficiente bueno cómo para tener razones decentes para continuarlo, pero seré sincera: Nunca se me ha dado bien el papel de Dios.